El sinuoso camino de Argentina para llegar a Rusia

La inestabilidad institucional de la AFA después de la muerte de Julio Grondona en julio de 2014 desató una crisis que golpeó la estructura de todos los seleccionados argentinos. Gerardo Martino reemplazó a Alejandro Sabella tras la final perdida en el Mundial de Brasil; condujo al equipo hasta la instancia decisiva de dos Copas América (Chile 2015 y Estados Unidos 2016) pero tuvo el mismo infortunio, en ambos casos por penales frente a Chile, que en la primera de ellas fue dirigido por el propio Jorge Sampaoli.
“Leo” Messi había renunciado a la selección la noche de la final perdida en Nueva Jersey; dos días más tarde Luis Segura se alejó de la presidencia de AFA y a la semana se fue el “Tata” mientras los clubes le negaban jugadores sub 23 para viajar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Con ese panorama asumió Armando Pérez, al frente de una Comisión Normalizadora armada por la FIFA y Conmebol. Eligió como DT al “Patón” Edgardo Bauza, que dos años antes había ganado la Copa Libertadores con San Lorenzo. Messi se reunión con el nuevo entrenador y dio marcha atrás en su decisión.
Pero el ciclo de Bauza duró hasta marzo de 2017 porque el equipo penaba en el arranque de las Eliminatorias Sudamericanas y la AFA ya tenía un presidente electo después del papelón del 38 iguales.
Claudio “Chiqui” Tapia despidió al “Patón” y contrató a Sampaoli, que se valorizó en el mercado después de dirigir a Chile y tuvo la aprobación de un grupo de jugadores horrorizados por los volantazos dirigenciales.
Al santafesino le costó enderezar la nave y el camino a Rusia se tornó turbulento. El aterrizaje forzoso en el Mundial se dio con Messi como capitán de tormentas, la noche de su “hat trick” en la altura de Quito, en la última fecha de las Eliminatorias.

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