Por Ricky Vazquez.
Algunos son mucha actitud y otros tienen el “paladar negro” que es sinónimo de exquisitez. Cuando llega el momento de tormentas se sugiere apelar a la actitud del jugador porque probablemente exigir buen juego en un momento de presión no suele ser el escenario adecuado para intentarlo. No gana el que no arriesga, siempre se dice también que la mejor defensa es un buen ataque y que si tenes la pelota mas que el rival seguramente vas a prevalecer en el juego. Belgrano necesita imperiosamente los puntos, perdió demasiadas posibilidades en la era Bernardi y hasta da la sensación que empatar de local es seguir perdiendo puntos.
A pesar de la presión, que por ejemplo Lavallen no se animó a enfrentar, el hincha del pirata caracterizado por el famoso ganar “A lo Belgrano”, entendió que sin fútbol es muy difícil sumar. Así entonces trono el apellido de Lugo en Alberdi y hoy es el principal símbolo de la ilusión para quedarse en la Superliga. Osella tuvo claro desde el comienzo que probablemente no tenga tanto recambio y que necesita de los jugadores con más futbol para contagiar a sus compañeros. Con Suárez recuperado, Belgrano tendrá en cancha a Matías junto a Lugo y Brunetta. Los tres jugaron solamente juntos en la eliminación de Copa Argentina ante Platense en un momento de crisis profundo y que no da la sensación de ser un antecedente respetable a lo que puedan entregar jugando juntos.
Los equipos que salen campeones se destacan por jugar bien, incluso aquellos que son del ADN que se caracteriza por el barro, la lucha y entrega. La ilusión es ver que pueden hacer desde el triunvirato para que Belgrano sume y se quede en la Superliga.
