Por: Ricky Vázquez.
Pocas veces se eligió un entrenador con tanta resistencia en líneas generales y con casi nada de sustento, salvo para los dirigentes que lo eligieron. Hablar con el diario del lunes es fácil, pero lo cierto es que la disconformidad se marcó del minuto uno de la elección y el presente confirma la presunción. El error en la elección no fue solamente por lo que sucedió en la cancha sino por la resistencia que genero siempre un clima lejos del ideal entre los hinchas y el entrenador en un campeonato en el que se necesitaba trabajar con tranquilidad desde el inicio.
El margen de error se reduce a cero en la nueva elección. Mas allá que no existen garantías en el futbol, los dirigentes tendrán la presión de saber que no se puede fallar, tener convicción en la elección y elegir alguien que pueda ganarse la simpatía de la gente para mejorar el clima hostil en un momento tan delicado como es pelear el descenso. Los candidatos siempre son los mismos del ultimo tiempo donde Belgrano post Zielinski nunca consiguió un entrenador que dure al menos una temporada completa. El nombre mas fuerte que suena por ahora es el de Diego Osella, quien parecía iba a ser entrenador antes de la llegada de Pablo Lavallén. En los primeros sondeos en las redes sociales a los hinchas no les disgusta el ex entrenador de Colon y Newell´s y más allá que no se haga una asamblea para elegir un entrenador tampoco hay que subestimar el gusto de la gente que entiende las necesidades del club de la misma manera que los dirigentes.
